Si pudiéramos hablar de ciudad perfecta ¿Cómo la definirías tú? ¿Qué le agregarías o que eliminarías? Podríamos concluir y converger en diferentes puntos, pero hoy una ciudad perfecta es la que es amigable con las personas y ante todo una ciudad accesible, donde la movilidad es posible para todos.
Hoy vemos que las ciudades más congestionadas del mundo (Los Ángeles, China, Moscú, Nueva York) la forma de moverse más rápido es a través de la bicicleta. Un número mayor de ciudades de todo el mundo están ansiosas por convertirse en ciudades de este tipo, como parte de una estrategia global de desarrollo sostenible.
Y todo esto a través de nuevas ideas sustentables: El desarrollo de nuevas ciclovías que van complementando el transporte público, lo que ayuda a la reducción de emisiones de CO2. “En Copenhague, por ejemplo, los ciclistas están ahorrando a la ciudad 90.000 toneladas de emisiones de CO2 al año” afirma la Arquitecto del grupo Gehl, Louise Kielgast.
El sitio web Denmark.dk, asegura que en Copenhague “la mayoría de los ciclistas eligen este medio de transporte porque quieren llegar rápidamente a su destino, haciéndose popular también en otras partes del mundo, incluida Ciudad de México, una de las ciudades más afectadas por la congestión del tráfico”.
Buscando la ciudad del futuro
Una ciudad donde las bicicletas son prioridad, son amigables para las personas y una planificación que considera a los peatones y a los ciclistas, tendrá un gran aporte al desarrollo de “la ciudad del futuro”. El arquitecto Danés Jan Gehls, ha ayudado a promover este desarrollo en varias ciudades del mundo.
¿Y cómo puede funcionar esto, te preguntas ahora? Uno de los puntos importantes es a través de la integridad social para todos. Por ejemplo, En Ciudad de México, la división de espacios es distinta: las clases media y alta vive en el centro de la ciudad, mientras que el segmento más pobre vive en la periferia. Para esto. Gehl Architects, aborda este problema a través de una red de ciclovías que busca como objetivo crear movilidad a través de áreas cerradas y así se permita que interactúen diferentes grupos sociales.
Una red bien desarrollada también ayuda a la inclusión social entre diferentes grupos de edad. Incluso en ciudades muy ricas, con grandes grupos de personas, existe una movilidad muy limitada porque la ciudad está diseñada para automóviles, un medio de transporte que no todos pueden usar. Y estas ciudades por su parte están hechas por grandes distancias y otros obstáculos que terminan dificultando el movimiento a pie y en bicicleta.
“En algunas metrópolis del mundo, las distancias son tan grandes que una red de ciclovías bien desarrollada es insuficiente para garantizar la movilidad para todos. Este es un desafío no solo en Ciudad de México, sino también en Beijing” Asegura Kielgast.
La planificación de una ciudad amigable para la bicicleta ayuda a crear una ciudad socialmente inclusiva y justa, donde grandes grupos de personas no están excluidos de moverse por la ciudad.
Y esto, según Gehl se puede lograr con tres puntos claves:
- Campañas para promover el ciclismo, la educación de los niños y las iniciativas especiales dirigidas a grupos que normalmente no usan la bicicleta.
- Crear una calidad de entorno que haga atractivo moverse tanto a pie como en bicicleta. Los peatones y ciclistas están expuestos a todo tipo de climas: sol, lluvia, viento y estas condiciones deben incorporarse en la planificación.
- Que los entornos sean interesantes: Los tramos largos y monótonos tienen que dividirse en secciones más pequeñas y ofrecer detalles que se puedan ver desde la altura de la cabeza. Que cada vez que pases por ahí te recuerde lo atractivo que es moverte por tu ciudad.
¿Y tú qué opinas? ¿Crees que la ciudad perfecta es así?